Victor Casco, integrante Partido Federal CABA y pre candidato a legislador suplente: "Argentina y Bibliotecas: Cuando el centralismo llega a los libros"
Victor Casco, integrante Partido Federal CABA y pre candidato a legislador suplente: "Argentina y Bibliotecas: Cuando el centralismo llega a los libros"
"Si hay un área en la cual se puede notar la organización de una nación, es en su cultura, y dentro de ella, la cantidad, organización y contenidos de las bibliotecas públicas es un punto más que fundamental, a lo cual hay que sumar su enorme importancia en lo que es la asistencia a los sectores mas vulnerables, los cuales tienen muchas mas complicaciones a la hora de tener que conseguir contenidos para cubrir los contenidos de los programas educativos y cumplir con las tareas que vayan impartiendo en las escuelas".
"Argentina, es un país que cuenta con una enorme riqueza cultural, forjada a lo largo de sus mas de 200 años de historia, en los cuales han llegado numerosas distinciones a nivel nacional e internacional, en los cuales hay que destacar los premios Nobel como los obtenidos por el Dr. Bernardo Houssay, el Dr. Cesar Milstein e invenciones que actualmente son habituales en todo el mundo, como el by pass creado por el Dr. René Favaloro que ha permitido salvar miles de vidas desde su misma invención y que actualmente continúa siendo una herramienta fundamental en lo que es cirugía cardiovascular".
"Todos éstos enormes profesionales de la ciencia, así como tantos otros que no llegaría a nombrar sino en varias páginas, debieron recurrir a los libros para construir su carrera, los cuales no siempre son lo que abundan ni tampoco los que se requieren en algún momento determinado, o ante algún trabajo que a todos, en alguna situación, nos ha obligado a mudar nuestra labor a bibliotecas como la del Congreso, que personalmente he visitado en su antigua sede de la calle Adolfo Alsina, posteriormente trasladada a la calle Hipólito Yrigoyen, frente a la Plaza Congreso, en la cual siempre hay gente hurgando entre sus numerosos textos, llevando a cabo una minería de datos que no conoce de otra tecnología que no sea la de fotocopiar, resaltar, transcribir y posteriormente armar el trabajo requerido.
Esa disponibilidad, convierte a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en una auténtica privilegiada, que lamentablemente excluye de su acceso a sectores vulnerables, tanto de la misma ciudad, como del Conurbano, que en muchos casos ni siquiera saben que existe ni mucho menos de las condiciones para poder utilizarla, situación que se agrava en el caso del interior del país, privando a residentes de lugares que se encuentren a mayor distancia de una fuente de información que, además de histórica, posee piezas sumamente valiosas, por no decir incunables, entre los cuales no solo podemos contar libros, sino también diarios y revistas de la hemeroteca, los cuales no siempre están disponibles en una internet que no en todos los casos puede reemplazar al enorme valor de consultar una estantería, un fichero o el catálogo digital desde una computadora en la que se puede solicitar un texto que bien puede ser inconseguible de manera digital".
"Lo mismo puede decirse de una Biblioteca Nacional que, lejos de centrarse en su moderna sede del barrio de Palermo, que tras décadas de demora en su construcción, también puede convertirse en una irremplazable fuente de herramientas para profesionales e investigadores de diferentes lugares del país que, por el mero hecho de no estar ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pueden acceder a ella como deberían poder hacerlo, en especial si pretendemos garantizar el acceso federal e igualitario a la cultura, a la educación y a las herramientas necesarias para lo que una investigación científica realmente completa pueda llegar a requerir: desde el fundamental (y a veces no tan fácil de conseguir) texto hasta un café que permita llevar de la mejor manera posible una larga cantidad de horas excavando en una biblioteca buscando armar lo que sea necesario, a lo cual hay que sumar el mobiliario necesario y la infraestructura técnica que se requiera, como una buena iluminación y una fotocopiadora que permita preservar y trasladar el material que vaya a ser requerido para ese trabajo que, como dije anteriormente, no siempre va a poder armarse con lo que se pueda bajar de una internet que, lejos de todo desmerecimiento, puede requerir un complemento que aún no se encuentre digitalizado".
"La provisión de materiales para las bibliotecas también es un punto que debe atenderse debidamente: los presupuestos para incorporar nuevos libros son siempre exiguos y las donaciones, además de tediosas, se realizan por canales que no siempre se encuentran debidamente transparentados para toda persona que cuente con la posibilidad de ceder ejemplares al patrimonio de la cultura nacional, cultura que debería encarar una etapa de verdadera federalización, con la construcción de edificios a lo largo y ancho del país, logrando llegar a sectores que realmente lo necesiten no solo en la capital de la nación, sino en las ciudades mas importantes del país".
"Dicho programa no debería ser una declaración de guerra a la tecnología, sino ser una inmejorable oportunidad para una verdadera alianza con las nuevas tecnologías, pudiendo ser las bibliotecas federales un verdadero punto de formación para aquellos sectores que necesiten capacitación gratuita y una introducción a la tecnología para quienes aún se encuentren haciendo sus primeros palotes y no tengan otra asistencia que la de un formador profesional, lo cual podría beneficiar a adultos mayores que necesiten asistencia en su inserción a la tecnología, al igual que jóvenes que se encuentren cursando la escuela secundaria y necesiten el asesoramiento de profesionales para el uso de equipos a los cuales aún no han tenido acceso ni las necesarias “horas de vuelo” para afrontar compromisos que pueden ser simplemente imposibles sin el debido asesoramiento/acompañamiento profesional en la materia".
Para finalizar, Victor Casco dijo:
"Es por ello que una programa de cultura que realmente se diga “Federal” debería llevar sucursales de las bibliotecas mas importantes de la nación a cada rincón del país, por lo menos a cada capital de provincia, a cada ciudad de verdadera importancia, debiendo procurar donaciones para todas ellas, de manera absolutamente equitativa, logrando así un acceso a la cultura tan verdadero como realmente igualitario, rompiendo la tendencia centralizadora que ha caracterizado a nuestro país y que siempre termina obligando a quienes necesiten algún material a visitar la Ciudad de Buenos Aires, con todo el esfuerzo personal y económico que ello supone, lo que termina, incluso, contribuyendo a un desarraigo que solamente nos desune como país".
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