Victor Casco, integrante Partido Federal CABA y pre candidato a legislador suplente: "Argentina y las comunicaciones, cuando la privatización nos deja offline, la gente solo la pasa mal"

Victor Casco, integrante Partido Federal CABA y pre candidato a legislador suplente: "Argentina y las comunicaciones, cuando la privatización nos deja offline, la gente solo la pasa mal" 

"Junto con los ’90, se dio inicio a una nueva era en los servicios públicos, que prometía infinidad de mejoras: mayor calidad de prestaciones, mejoras en los procesos administrativos internos, nuevas tecnologías, mayor presencia de las empresas prestadoras y la aparición de nuevos jugadores en un mercado, hasta entonces, monopolizado por el Estado, que iba a ser reemplazado por “las mejores compañías del mundo”. Todo lo que se podía llegar a soñar, para entrar de una buena vez en el “primer mundo” algo de lo que Argentina estaba tan lejos en aquel entonces, igual como lo está hoy, en un contexto que tiene sus diferencias (por ejemplo la tecnología sumamente avanzada, al igual que la ciencia, además de la pandemia), pero también sus similitudes, que son sumamente alarmantes".

"En el caso de la telefonía, era realmente preocupante ver como el pedido de una nueva línea parecía caer en un saco roto, contar con un teléfono en una casa era algo tan preciado como podría serlo una pileta de natación o un ambiente mas (como un garaje), así como también era preocupante que la tecnología que se utilizaba era algo ya inaceptablemente antiguo, con décadas de antigüedad, lo cual ponía al país en una situación igualmente de vergonzosa a la que actualmente vive; en ese entonces lograr una comunicación vía satélite era algo tan épico como novedoso, hoy, tener un servicio de internet decente y estar al día en materia técnica parecen una empresa mas complicada de lo que debería serlo, en especial cuando no se piensa en el usuario y si en una ganancia que no considera el componente que le da sentido a su existencia: el social".

"Desde su aparición en escena, las empresas privadas de telefonía, líderes en mercados sumamente prestigiosos y exigentes como el europeo, han prometido mejoras que, en muchos casos, se han hecho realidad: líneas instaladas en un plazo menor a 7 días luego de solicitadas (llegando, incluso a no mas de 48 hs), tarifas mas razonables, aparatos con mejor tecnología (permitiendo dejar de lado el disco para pasar al teclado) y centrales razonablemente modernas, facilitando conexiones que, hasta ese entonces, eran algo mas milagroso que épico, haciendo que una llamada a nivel nacional o internacional deje de ser una odisea y se convierta en algo realizable.

Asi fue transcurriendo la década de los ’90 y llegamos al nuevo milenio, que como nueva época, también trajo nuevos desafíos: internet, de pasar a ser algo absolutamente elitista, se convirtió en algo totalmente popular, normal y al alcance de todos, lo cual hizo que las mismas empresas fueran ampliando su portfolio a servicios de datos cuya tecnología ha debido avanzar con mayor frecuencia y calidad, dando saltos cada vez mas notorios, los cuales se pudieron empezar a ver con la irrupción de un nuevo actor: el teléfono celular. Este aparato, ha llegado a convertirse en una parte mas de nuestra personalidad, en las mas de 2 décadas que se ha sumado a nuestras vidas, siendo un fiel exponente de la evolución que hemos vivido con él: de enormes equipos, con funcionamiento complejo y tedioso, a pequeñas computadoras de mano, cuya capacidad se ha ido incrementando y con él, su llegada a cada vez mas público, que los ha convertido en herramientas absolutamente indispensables".

"Sin duda, el 2020, la cuarentena y la nueva era que estamos atravesando, lo han convertido en algo fundamental, permitiéndonos estar en menos de 1 segundo conectándonos con todo lo que necesitamos, sin necesidad de salir de casa, tal como nos ha ocurrido el año anterior, lo cual ha incrementado considerablemente sus responsabilidades a la par de las posibilidades que el mismo aparato nos entrega: comprar, vender, pagar, comunicarnos por redes sociales, mostrar que somos personas “autorizadas” para viajar o, simplemente, leer el menú de algún restaurante en el que querramos comer algo, han sido las nuevas tareas que nuestros equipos han tenido que asumir y que realizan diariamente, pero ello también deja al descubierto nuevos problemas, como la dificultad de acceso a una cobertura digital digna que padece buena parte del territorio nacional".

"Es así que llegamos a una problemática que tiene mucho de similar con lo que ocurría hasta los ’90: mientras grandes ciudades como Buenos Aires, La Plata, Rosario, Córdoba, etc. cuentan con un adecuado servicio de 4G, otras localidades mucho mas pequeñas, a muy duras penas, tienen un deplorable servicio 2G que ni siquiera les permite enviar un mensaje en WhatsApp, al punto de dejarlos recluidos en llamadas telefónicas que, por ser hechas con un celular, tienen un costo mucho mas elevado que el de un teléfono fijo, con una calidad mucho mas baja que lo que el mismo teléfono fijo podía ofrecer, dejándolos afuera de un mundo, que además de evolucionar constantemente, obliga a actualizar apps que hoy son moneda corriente en todos lados, lo cual complica también a usuarios provenientes de diferentes ciudades que si cuentan con red 4G, que al visitar éstos lugares, se ven absolutamente privados de recursos técnicos que podrían utilizar sin problema alguno de poder contar con una señal realmente decente, en especial en caso de emergencias".

"Este problema, solamente puede solucionarse con una empresa nacional de comunicaciones que, a diferencia de las empresas privadas que actualmente prestan los servicios de telefonía e internet, no debería ver solamente los lugares donde pueda maximizar su ganancia, sino los lugares donde un servicio 4G es algo absolutamente imprescindible y que aún no ha llegado, lo cual pondría en pie de igualdad a cualquier habitante de un pequeño pueblo del cualquier provincia respecto a quien se encuentre en una gran ciudad, donde actualmente el servicio 4G es algo absolutamente habitual, permitiendo una comunicación tan fluida como decente, en especial considerando el actual contexto que no admite llamadas comunes como herramientas para realizar determinado tipos de tareas como compra venta, búsqueda de información, etNecesidades que son absolutamente impostergables para cualquiera".

"¿Cuál sería la diferencia entre una ENTEL estatal y una empresa privada en el siglo 21? Justamente lo citado en el párrafo anterior da prácticamente la totalidad de la respuesta: mientras una empresa privada privilegia sus propios intereses, antes que los intereses de su clientela, que pierde mas de lo que puede llegar a ganar, una empresa estatal debe velar por llevar el servicio a todo el país, sin importar si el mismo tiene una población tal que permita alcanzar una rentabilidad corporativa que para el cliente es absolutamente irrelevante, lo que realmente le interesa al cliente es poder tener un equipo moderno, que le permita acceder a una red 4G igual a la de una gran ciudad, con los mismos beneficios, las mismas posibilidades que cualquier residente de Buenos Aires, sin necesidad de recurrir a redes satelitales que no están al alcance de todos, en especial de aquellos que no son extremos expertos en tecnología, pero que si necesitan un servicio decente y moderno, con un precio realmente razonable".

Para finalizar, Victor dijo: 

"Sin duda esa será la tarea fundamental de esta empresa nacional de comunicaciones: asegurar un verdadero acceso a la tecnología para todos, sin ninguna clase de privilegio para nadie, sin que nadie se quede afuera de una red que llega a todo el mundo y que debe llegar, sin mas demora, a la profundidad del territorio nacional, es inaceptable que en pleno siglo 21 y con lo fundamental de las redes sociales, aun haya argentinos que no tengan acceso a redes sociales solamente porque no tienen acceso a una internet realmente de calidad, con equipos tecnológicos de calidad, acorde a lo que la misma tecnología puede ofrecer hoy".